domingo, 10 de julio de 2016

DIEZ MIL SEGUIDORES

« El cuidado de la educación es amor »

(Sab 6,17)

“La gratitud es la memoria del corazón." (Lao Tse)

La Web del Maestro CMF, ha llegado a un número de seguidores muy significativo, por la riqueza de su diversidad y la pluralidad de los aportes. Me admiro del tiempo que muchos de los seguidores logran prestarle al descanso, al recreo, al receso necesario; para leer, para visualizar, para opinar y para enriquecer su corazón de educador(a). Esta red educativa-pastoral es una labor muy enriquecedora, porque la variedad de temas hace que uno navegue sin tiempo ni cansancio, con la curiosidad de  encontrar filigranas educativas para compartir. Personalmente les agradezco porque cada uno de Ustedes me están ayudando a “estar al día” en mi servicio docente, y por medio de estas redes estamos revalorando nuestro rostro y nuestra presencia en la construcción de un mundo mejor.

Gracias por acompañarnos mutuamente a descubrir que cada vez que entramos en la Web del Maestro CMF, nos sorprendemos al conocer que mientras descansamos (pensando en las clases y tareas de mañana) alguien con corazón de madre, nos va preparando la “lonchera” llena de provisión educativa, en nuestra red, y que con mucha alegría la compartimos con  gratitud; porque el educador es feliz cuando está donde quiere estar, haciendo su tarea con amor, enseñando a otros a encontrar la Verdad, dándose él mismo, para que su gozo docente sea el doble, y sus preocupaciones la mitad, porque “no hay medicina que cure lo que no cura la felicidad" (Gabriel García Márquez). Juntos estamos logrando comunicar la hermosa y grande trascendencia de nuestra vocación docente (que es amor), porque “el amor se siente, no se ve; el amor silencioso es el más fuerte de todos" (san Juan Pablo II).

Somos diez mil amigos de muchos países, quienes hemos llegado a formar parte de  esta comunidad educativa en el ciberespacio. La tecnología nos ha acercado a pesar de vivir en diferentes lugares, horarios y culturas; en realidades tan variadas; pasar por rutas singulares; el de tener o no tener material didáctico o tecnologías de última generación; nos hemos encontrado sabiendo que tenemos formación pedagógica diferente; que cada uno acopiamos sueños y utopías por la educación; que caminamos entre luces y sombras, con personas que nos alientan y otras que no nos animan mucho; pero  todos creyendo en que la educación va a cambiar el mundo, porque no educamos a los hombres para la destrucción y exterminio (cf san Juan Pablo II), sino con la firme esperanza de que “poco a poco, los defectos desaparecerán por sí mismos, porque el que es feliz sólo puede mirar el mundo con amor, esta fuerza que regenera todo lo que existe en el Universo” (Paulo Coelho).

Hoy agradecemos a todos y cada uno de Ustedes que nos acompañan a llegar a las periferias (que estas tecnologías están haciendo cada día más distantes), pero que no son inalcanzables, porque nuestros sueños no son insignificancias en el aire porque lo que queremos es convertir nuestros sueños en realidad (cf Gandhi) y aunque “a veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota” (Madre Teresa de Calcuta).

Comenzamos con un blog, después nos ilusionamos con “colgar” una página web en el ciberespacio, gracias al entusiasmo y creatividad del equipo; quienes (al poco tiempo) nos sorprendieron con una aplicación para Android y ahora para Apple. Estamos en la senda que nos planteó el Concilio Vaticano II: “Procuren, de común acuerdo, todos los hijos de la Iglesia que los instrumentos de comunicación social se utilicen, sin la menor dilación y con el máximo empeño, en las más variadas formas de apostolado, tal como lo exigen las realidades y las circunstancias de nuestro tiempo (...)” (Decreto sobre los Medios de Comunicación Social, n. 13).

Nos satisface tanto afirmar que el ser educadores “no es una profesión, es una vocación, es una misión” para comunicar lo que hemos aprendido, para dar razón de nuestra esperanza (1Pe 3,15) y que somos peregrinos hacia la Verdad que nos hace libres (Jn 8,31). Vamos aprendiendo de nuestra experiencia personal, de la de cada uno de Ustedes, de tantos hombres y mujeres apasionados por la educación cuyas experiencias compartimos en las redes, para ahondar el diálogo con el mundo contemporáneo, porque “el Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres” (Sal 125,3) al llamarnos a ser instrumentos de paz y de luz para tantos niños y jóvenes.

Finalmente seguimos compartiendo con Ustedes nuestro quimera, como Martin Luther King: soñamos en el día en todos valoren la tarea docente; y lo hago con los fragmentos de dos grandes de la literatura: “Mientras tanto,…tóquenle música, llenen la casa de flores, hagan cantar los pájaros, llévenla a ver los atardeceres en el mar, denle todo lo que pueda hacerla feliz” (Gabriel García Márquez, Del amor y otros demonios), porque “Las personas mayores nunca son capaces de comprender las cosas por sí mismas, y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones” (El Principito, Antoine de Saint-Exupéry).



Trujillo, 10 de julio del 2016
Jorge Antonio Mansen Bellina, cmf

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