ACOSO ESCOLAR: SI LO QUE SABEMOS Y TENEMOS “NO FUNCIONA”, BUSQUEMOS NUEVOS ITINERARIOS EDUCATIVOS
El desterrar el acoso escolar o bullying o “bulismo” (anglicanismo
que hace unos años se está usado) como un o intimidación, es una tarea de
todos, más aún cuando en los últimos tiempos se ha agravado con el
abuso y el ocultamiento de la identidad,
que permiten las redes y el uso
masivo de los dispositivos móviles, como
los teléfonos inteligentes. “Es un problema global que afecta a todos los países, y que se suele dar principalmente entre
los 12 y los 16 años; en algunos países se ha calculado que el porcentaje de menores afectados, ya sea
por agresión física o verbal, es de uno de cada tres alumnos, como en el caso
de México o Brasil, mientras que en otros países este porcentaje se eleva a uno
de cada dos, según datos de la UNESCO” (Juan Moisés de la Serna). Este es un
tema que preocupa a millones de padres en todo el mundo, porque en cualquier
escuela o fuera de ella, los estudiantes están expuestos a sufrir el acoso escolar, y los profesores debemos
permanecer alertas ante cualquier
señal de alarma.
Si “estadísticamente, el tipo de
violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio
de los centros escolares” (Wikipedia), se hace necesaria la sensibilización de todos los actores de la educación, pero
de manera especializada en los profesores, porque deben intervenir profesional y oportunamente ante cualquier asomo de acoso escolar. El detectar a tiempo a los agresores, a las víctimas y a los observadores, evitará perjuicios y heridas emocionales “tantas veces difíciles de cicatrizar”. Ninguna acción violenta, en el proceso educativo, es de poca importancia, como para mirar para otro lado, ignorar, o callar, para evitarse problemas, por hacer prevalecer la imagen del prestigio del centro escolar o por no estar preparados. Los educadores estamos convencidos que “la educación es un acto de amor, y por esto un acto de coraje” (Paulo Freire); no aceptemos a cualquiera para esta tarea, todos debemos estar convencidos que “la gente que se ama a sí misma no hace daño a otra gente” (Dan Pearce), y si lo que sabemos y tenemos “no funciona”, busquemos nuevos itinerarios educativos.
Para hacer frente al acoso escolar,
el profesor debe capacitarse para
trabajar el clima de convivencia y
democracia, para que los estudiantes adquieran mejores estilos de vida,
adquieran habilidades sanas de convivencia social, actitudes sinceras de
tolerancia, fortalezcan su autoestima, optimicen su comunicación y defiendan
asertivamente los derechos propios de modo tal que no se violen los ajenos. “Esto
no quiere decir que sea un trabajo solo
del docente, sino que es un trabajo
integral en el que la interacción entre la escuela, los padres y los alumnos esté enfocada a lograr el respeto hacia los demás, la empatía, la responsabilidad y la igualdad,
dando como resultado el desarrollo de una sociedad más sana y funcional”, opina
la Magister Ana Victoria Castillo Ochoa. Porque los profesores somos «¡artesanos
de humanidad! ¡Y constructores de la
paz y del encuentro!» (Papa Francisco 14/03/2016).
El profesor Mauricio Artieda, máster
en Comunicación digital y periodismo sostiene que “El sandwich de Mariana” no es otro típico video sobre bulismo
infantil; es decir, centrados en el drama del agredido, condenando al agresor,
y proponiendo soluciones – con mucha frecuencia – centradas en la
responsabilidad de los padres, autoridades y adultos en general. El corto
mexicano ofrece una mirada diferente de
este fenómeno y, desde mi punto de vista, abre una puerta poco explorada y
muy interesante para hacerle frente”. Recomendamos leer el artículo de CATHOLIC-LINK: “EL SANDWICH DE MARIANA” Y LA RESPUESTA CRISTIANA ANTE EL ODIO (https://catholic-link.com/author/mauricio/).
¿Disponemos de 10´26”? Le aseguramos
que le será muy útil, como recurso y
como motivador de diálogo y reflexión,
este video que compartimos con fines únicamente educativos – pastorales, dirigido
por Carlos Cuarón, producido por Nivel Diez, Film & Post y colgado en
YouTube por BASTA_MX, Centro Nacional de Prevención del Delito “México, aprende
a decir Basta”. INGRESE en este enlace:
¿Qué hacer en nuestra institución
educativa? No hay recetas. Hay que conocer las experiencias de otros, y
desde allí inventar soluciones según
nuestra realidad y contexto. Sin embargo, sí existen, propuestas de rutas o hitos comunes. El trabajo comunitario
comienza por tener una planificación de prevención contra el acoso escolar, resultado del aporte y del compromiso de todos,
nunca como resultado de la “inspiración iluminada” de un grupo o del director.
El itinerario, la ruta, el camino, la guía, opinamos que puede ser (sin agotar
el listado):
1.
Conocer las Normas (consensuadas) y Protocolos de prevención;
2.
compromiso de
cumplirlos y enseñar a cumplirlos;
3.
resguardo
corporativo de un buen clima de convivencia;
4.
tratamiento
curativo de las personas “tóxicas”; y
5.
convivencia
siempre capaz de buscar la rehabilitación y el perdonar.
Estas parecen ser las acciones
básicas para erradicar el bulismo, bullying o, acoso escolar. ¿Qué tan
interesado(a) está en este tema? ¿Existe una responsabilidad individual, por
desterrar el acoso o bulismo, en su ambiente educativo? ¿Cuál sería el
itinerario en su institución educativa?
Trujillo(Perú), 16 de
setiembre del 2017
J. Antonio Mansen Bellina, cmf
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