CORREGIR AL
QUE SE EQUIVOCA
Al aceptar el regalo por Navidad de la página Web del Maestro CMF, hace cuatro meses,
me sentí como un “un niño inválido a correr” (como decía mi amiga Gina Dean,
QEPD), pero también me emocioné por el desafío de hacer crecer (“educere” como
es la fundamental tarea docente) un medio de comunicación en el ciberespacio, para conocer y dar a conocer las
experiencias educativas de tantos sabios y buenos educadores que usan las TICs
para decirnos que educar es para ellos el compartir sus experiencias y que los engrandece.
Más aún llamé “aldea” a este espacio, casi como un aerópago, para que fuera un
foro donde “pasearse” en un ambiente virtual ilustrativo.
Mi entusiasmo, mi “espacio y mi tiempo” (cf AL 268-270), se
centran cada día, en navegar y “colgar” (publicar) la riqueza de la educación en el
ciberespacio, para que este foro “no sólo asuma actitudes meramente reactivas
de cerrazón defensiva ante la sociedad secularizada que alimenta valores como
el individualismo competitivo y que legitima, mejor dicho, acrecienta, las
desigualdades y parece desafiar la educación en sus valores más profundos (la
primacía de la persona, el valor de la comunidad, la búsqueda del bien común,
el cuidado de la fragilidad y la inquietud por los últimos, la cooperación y la
solidaridad...),…” sino que como educadores sintamos la llamada vocacional “a
asumir actitudes pro-activas para reafirmar el valor de la persona humana, superando la indiscutible exaltación del
provecho y de la utilidad como medida de todas las opciones, de la eficiencia,
de la competitividad individualista y del éxito a toda costa” (cf Síntesis conclusiva del Congreso
Internacional de Educación Católica 2015).
Estoy seguro que “hay que abrir el plano de la
educación hacia esa cultura del encuentro, que
los jóvenes se encuentren entre ellos, sepan sentir, sepan trabajar juntos,
sean de la religión que sean, sean de la etnia que sean, de la cultura de la
cual vengan, pero juntos por la humanidad. Eso es la cultura del encuentro: es el momento en que la educación enseña
a encontrarse a la gente y a llevar adelante obras de siembra” (Papa Francisco,
16/01/2016), porque la formación del profesorado (que incluye la selección previa
a la universidad, la formación teórica universitaria, la formación en practicas
y su permanente actualización) es la variable critica para lograr el excelente
rendimiento de los alumnos (cf. Xavier Melgarejo, “La selección y formación del profesorado: clave
para comprender el excelente nivel de competencia lectora de los alumnos
finlandeses”), y asegurarnos que nuestro
niños y jóvenes están en manos de los mejores educadores de un país (cf M. ARRIZABALAGA, ABC (Madrid)
25/03/2013).
Estos pensamientos, ilusiones y esperanzas, me
llevaron a buscar artículos, reportajes, noticias, opiniones, etc, vinculados a
la educación, que pudieran ayudar a mejorar y hacer más atractiva, dinámica,
creativa y utópica la actividad vocacional docente. Reservé una parte en la
cual he colgado los artículos de mi blog. TODO
LO DEMÁS HA SIDO SELECCIONADO Y RECOPILADO de la exploración que está en
las redes sociales, con el único y veraz objetivo de hacer conocer esas
informaciones para bien de los educadores interesados en los temas publicados. NUNCA ME HE APROPIADO DE LA AUTORÍA AJENA,
que ha llevado a pensar a quienes con poca capacidad para manejar el estímulo
como motivación propia, singular y carismática del educador; sin escucharme,
han opinado que el no poner la FUENTE
de lo descolgado de la red, ha sido la INTENCIONALIDAD
del administrador y diseñador de la página, y mi asentimiento. El filósofo José
Antonio Marina decía: “reconocer la equivocación y aprovecharla es un alarde
que ronda la genialidad”, y creo que es más educativa si la aplicamos como una
Obra de Misericordia, al corregir a quien se equivoca.
Me he disculpado por el mismo medio de las
publicaciones (Facebook), por la omisión de la Fuente (que no exime de responsabilidad
ética y de respeto), y le he felicitado por su valiosa contribución educativa,razón porque se han colgado sus artículos, pero sin apropiación de autoría.
La reacción de algunos inquilinos de las redes (que dicen ser profesores) por sus opiniones ligeras y sin mayor conocimiento de causa, me preocupan si tienen la FORMACIÓN PEDAGÓGICA de educadores, ya que sin escuchar (en algún caso, al estudiante, a los padres de familia o a los implicados), opinan y muestran una intolerancia supina y poca preparación en el manejo de situaciones difícles de convivencia. Sinceramente no muestran ser las “mejores manos que eduquen a los niños” de un país.
La reacción de algunos inquilinos de las redes (que dicen ser profesores) por sus opiniones ligeras y sin mayor conocimiento de causa, me preocupan si tienen la FORMACIÓN PEDAGÓGICA de educadores, ya que sin escuchar (en algún caso, al estudiante, a los padres de familia o a los implicados), opinan y muestran una intolerancia supina y poca preparación en el manejo de situaciones difícles de convivencia. Sinceramente no muestran ser las “mejores manos que eduquen a los niños” de un país.
Es un yerro
involuntario el no haber revisado y cuidado que figurasen las Fuentes al final, (como lo hago en mis artículos y los pps que he
creado desde hace cinco años), sin embargo es una oportunidad para seguir creyendo que en educación no existen secretos (como en la
cocina), y que el compartir experiencias
para que los demás la superen y el diálogo, serán siempre más educativos que la
confrontación. Tomo con actitud resiliente y sin que sea consuelo, lo asumo como una nueva experiencia educativa más, porque ¿quién aprendió a manejar los patines sin
caerse?.
Confío en que este foro siga ayudando a muchos
educadores a permanecer en contacto con quienes están lejos, a agradecer y a
pedir perdón (cuando se cometen caídas de omisión – como el de mi página-) y hacer posible una y otra vez el encuentro, redescubriendo cotidianamente que la
importancia de este encuentro virtual nos beneficia para orientar nuestra
relación con las tecnologías, en lugar de ser guiados por ellas (cf Papa
Francisco).
Trujillo, 06 de mayo del 2016
P. Jorge Antonio Mansen Bellina, cmf
IMÁGENES:
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