COMPETENCIA Y
HABILIDADES
Y/O MERITOCRACIA
Y/O MERITOCRACIA
Un importante número de educadores y de estudiosos del ámbito
empresarial opinan que es necesario que toda reforma educativa debe tener como
uno de sus objetivos fundamentales, el
dar respuesta a las necesidades sociales y económicas de los estudiantes y de
la sociedad del siglo XXI.
La educación para este siglo demanda
nuevas habilidades que capaciten a los nuevos ciudadanos para realizar un
trabajo efectivo, tanto en el ámbito social como en su tiempo de ocio
(Dede,2007; Kalantzis y Cope, 2008)[1].
Así conocí, en el siglo pasado, a excelentes maestras de
Inicial (Jardín se llamaba), a profesores de Historia, Geografía,… que nunca
presentaron títulos, sino una competencia maravillosa para educar. ¡Y cuánto
aprendimos y aprendieron!.
Opino que los profesores que se sometan a
la evaluación para ser contratados, no deberán ser asociados a un proyecto
educativo PRIORITARIAMENTE por sus títulos, por sus estudios, certificaciones,
diplomados, etc… que son muy importantes, como referencia (siempre y cuando no
procedan de esas instituciones “negociantes de la educación”); sino que deberán
demostrar el manejo de habilidades y competencias estrechamente relacionadas
con el pensamiento crítico, resolución de problemas, etc., que a menudo son
denominadas habilidades ‘genéricas’.
¿Será cierto lo que sostiene Luciana Vázquez, que el “sueño de toda sociedad ilusionada con un
sistema justo de posicionamiento social, hoy el modelo educativo meritocrático
está en el banquillo de los acusados, cuestionado por elitista e inequitativo?;
pero, ¿es necesario renunciar a la meritocracia en pos de la inclusión?”[2].
Aquí hay un nuevo tema “los descartados
del mundo educativo”, porque no tienen títulos académicos.
Bill Gates, enciende el debate cuando nos
dice que “apuesta por la contratación basada en habilidades y no en títulos”,
según informa el siguiente enlace:
¿Qué tipos de evaluación son apropiados
para el seguimiento y la evaluación de las habilidades y competencias para el
siglo XXI? ¿Cómo pueden desarrollarse éstas?
¿Deberían estar integradas las
habilidades para el siglo XXI en un currículo basado en asignaturas?
La OCDE nos dice que no hay respuestas sencillas
a estas preguntas, pero esperamos que nos sintamos comprometidos a debatir en el diseño de políticas educativas de alta calidad
para los ciudadanos y trabajadores del siglo XXI (OCDE, cit, p 17).
Trujillo, 11 de enero 2015
P. J. Antonio Mansen Bellina, cmf
No hay comentarios:
Publicar un comentario